Qué pretende el pájaro
violentar al viento,
surcos, delineados por los dedos del eterno,
de lluvia que besa y arrastra por que sí
Y vos que estás y, no
qué pretende tu sonrisa, pintada en acuarela
¿qué?
ah,…ensalada de espinacas crudas,
milanesas de soja algo pasadas de cocción y un
vino tinto por supuesto tan gato, acompañado por
tus historias de niñez cercana,… partidas sin regresos,
de Santos Lugares a Ituzaingó
¿Para qué tanto?
Y por ahí, bocanada aclimatando el derpa
Solo una noche así tan Luna, tan vos, tan frío,
pudo terminar en la Costanera Sur,
y tus ojitos inventando secuencias felices
o algo parecido a eso
Pero,… siempre hay un pero y
te piraste, piro de ángel lastimado al vuelo con sus alas
de gorrión mojado
y, con el olor a tu sexo en la boca disfracé inviernos,
dulces veintiséis
Amarte, es como escuchar la melodía de un tango en el Pasaje la Piedad y
no poder comprender cómo es que los delfines
terminan arrojados en un cenicero del bar teatro
¿Para qué tanto?
Yo hice de tu básica historia cotidiana, solo una básica poesía cotidiana.
Sucede que, busco peces en las miradas de todos y a veces mujer,
solo a veces intento construir mariposas
escribiendo mis palabras en el agua.
Alberto Burda. Jirafas (2001) Versión original.